Ayuda a tu caballo cuando se asusta

Aunque seas una amazona o jinete con muchísima experiencia, es fundamental que tomes algunas precauciones y que te mantengas relajado/a si tu caballo en algún momento llega a asustarse, pues ellos perciben todas tus reacciones. 
 
Las emociones de un caballo dependen de su entorno y del estado emocional del ser humano que se encuentra a su lado. Algunos caballos tienden asustarse y entran en pánico muy fácilmente, generalmente porque tuvieron contacto con algún objeto que no les resulta familiar o porque han recibido algún cambio de su rutina.
 
Suele ocurrir que cuando un caballo se espanta con cierto objeto o sucede una experiencia que puede asociar como peligrosa o traumática, puede volverlo temeroso o provocarte temor.
 
A veces ocurre que tu caballo está nervioso, tu caballo se pone más nervioso y tu te pones nervioso. ¿Cómo se puede romper ese círculo?

Nosotros te hablaremos de los distintos orígenes del nerviosismo en el caballo para que puedas establecer unas pautas adecuadas, mejorar su comportamiento y disminuir su estrés (y el tuyo). Así que primero te lo explicaremos en 3 etapas muy sencillas para ayudar a tu caballo cuando se asusta y después te daremos consejos si tu caballo actúa nervioso.
 
¿Qué hacer si tu caballo se asusta?

Un caballo entrará más en pánico si percibe que estás asustado, así que es fundamental que estés sereno cuando lo acaricies. Los caballos suelen prestar atención a una sola cosa a la vez y cuando se asustan, centran su atención en la fuente de su miedo. Si consigues distraerlo, lo calmarás rápidamente. 

Algunos trucos para serenar a tu caballo son: 

Gira su cabeza suavemente en dirección al objeto que lo asusta (bolsa, caja de basura, un reflejo de agua o un animal que se movió de repente). Hazlo ver el objeto en cuestión y tranquilízalo, de ese modo verá que no hay nada que temer.

Si están cabalgando y tu caballo se asusta, déjalo cabalgar y no intentes detenerle, sin embargo, cambia de dirección y disminuyan lentamente la velocidad. No lo lleves al objeto que le provocó miedo hasta que se tranquilice, ya cuando se calme, regresa y demuéstrale que no debe temer. En el caso que sea un ruido (coche, camión, moto, perro u otro), haz lo mismo pero sin buscar el objeto de su miedo; en ese caso tendrás que trabajar con la técnica de desensibilización, que te explicaremos en la segunda parte del artículo.

Si aún cuando el caballo se detiene y sigue nervioso (nota su respiración y comportamiento), desmonta lentamente e intenta calmarle hablándole y acariciándole. OJO: No es recomendable desmontar si el caballo que se ha asustado no ha dado muestras de estar calmado. Si es así, puede interpretar que tú también estas asustado, que quieres huir y entonces querrá hacer lo mismo.
 

Etapas para calmar a tu caballo

1) Relájate
  • Tu caballo percibirá todo lo que sientas, así que prioriza tu tranquilidad y mantén tu ritmo cardíaco firme y mantén una actitud positiva en general. Háblale a tu caballo o cántale suavemente. Tu caballo apreciará mucho las caricias en su cuello, eso lo ayudará a calmarse.
  • Acarícialo antes y después de la montada. Esto relajará al caballo y podrá estar en control, lo que ayudará a que se calme con más rapidez en caso de que se asuste. Una buena zona para acariciarle es la zona de la cruz (entre los hombros, cuello y lomo); puede ser una caricia suave o aplicar un masaje con las yemas de tus dedos o rascarle levemente con las uñas.
  • Establece los tiempos a la hora de cabalgar, determina un trayecto/camino donde puedan cabalgar de manera tranquila y segura, así como establecer un periodo de tiempo para galopar, o varios tiempos dependiendo de la distancia y ruta que elijas. 
  • No muestres miedo o estrés. Si esto ocurre, tendrás dificultades para calmar a tu equino, así que debes guardar la calma, si se espanta pero tu estás en calma, se reducirá su estrés.
2) Controlar la atención del caballo
 
A) Capta la atención del caballo. Si puedes desviar su atención lejos de su miedo, podrás calmarlo mejor y con más rapidez. Incluso podrías tendrían que cabalgar en círculos, así harás que no le preste atención a lo que le haya espantado. 
 
B) Emplea la flexión lateral. Esto consiste en una posición neutral para las riendas, en la cual jalarás una de ellas con suavidad para girar la cabeza del caballo. Esta técnica permite que el caballo disminuya su velocidad antes de detenerse, lo que permitirá evitar que corra al espantarse. Esta técnica se le denomina "Señal de relajación", debido a que permite calmar a un caballo de manera rápida y eficaz.
  • Levanta las riendas con una mano para para sentir el hocico del caballo, luego coloca la otra mano por debajo de la rienda. Hazlo hasta que el brazo esté recto y toque la crin del caballo.
  • Coloca la otra mano en el cuello del caballo con firmeza, así te mantendrás estable. luego empieza a cerrar los dedos con lentitud, desde el índice hasta el meñique, sujetando con el meñique al terminar.
  • Ahora el caballo debe empezar a inclinarse cediendo a la presión de las riendas. En este momento, podrás empezar a mover tu brazo hacia tu muslo, cerca de tu rodilla. Ahora el caballo debe inclinarse hasta que la rienda esté suelta, y deberás detenerse.
  • Si el caballo no se detiene en ese momento, presiona con firmeza empleando la mano con la que mantengas estable, y espera. Deja de presionar cuando las patas se hayan detenido.
 
C) Sigue cabalgando sin prestarle atención al espanto. Si el caballo se espanta, también puedes tratar de seguir cabalgando como si no se hubiera espantado en lo absoluto. si cuentas con algunas tareas en mente, intenta hacer que el caballo se concentre en ellas para distraerse. Entre las tareas, tenemos al entrenamiento para pistas de saltos, ejercicios de doma, etc.

D) Haz que el caballo apunte hacia el agente estresante. Si haces que el caballo apunte con su nariz al objeto que lo asusta (pero permites que se mueva a los costados o hacia atrás), evitarás que pueda correr al sentir pánico, ya que tendría que correr hacia el agente estresante. Si el caballo se desplaza hacia atrás o hacia los costados, su atención se dirigirá de una manera que mantendrá al jinete más seguro. Si deseas emplear esta técnica para evitar que el caballo se espante no debes empujarlo hacia el agente estresante.

E) Bájate del caballo. Para garantizar tu seguridad, lo primero que podrías tener que hacer es bajarte del caballo, lo que puede brindarte una mejor posición para tranquilizar al animal. Si te bajas del caballo, una manera de tranquilizarlo consiste en tan solo actuar como si nada ocurriera.
  • No se recomienda bajarte del caballo siempre que se espante, ya que puede ser peligroso abandonar al animal. Además, esto pude hacer que el caballo aprenda que te bajarás si se comporta de una manera determinada, lo cual no debe ocurrir. Por ello, solo debes bajarte baso estas circunstancias si es totalmente necesario.
  • Asimismo, podrás tratar de calmarlo acariciándolo en la cruz tal como se ha indicado.
3) Determinar la razón por la que tu caballo se espanta

Ten en cuenta el entorno. Debes considerar cualquier tipo de cambio en el entorno, así reducirás la probabilidad de que se espante.
 
Reduce los periodos de confinamiento. Los caballos confinados por mucho tiempo pueden sufrir de tener mucha energía acumulada que los hará reaccionar de manera más radical ante situaciones desconocidas o conocidas pero que se han desacostumbrado a ver. Así que es bueno llevarlo a pastar todos los días, dejarle correr de vez en cuando.
 
Ten en cuenta tu experiencia y la de tu caballo, esto es un factor esencial para reducir la probabilidad de que el animal se espante.

Asegúrate de que cuente con una buena visión. Un motivo por el que un caballo podría espantarse es la visión deficiente. Esto es un motivo muy común para que un caballo suela espantarse. Una revisión veterinaria es una manera adecuada de garantizar que tu caballo no se espante por tener problemas de visión.
 
Verifica si se siente incómodo. Si lo está, es muy probable que se espante. Si tu caballo siente dolor por alguna enfermedad, el freno lo lastima, sus dientes están afilados ya que no se los han limado, tiene una herradura mal puesta o se pegó en una de sus patas o simplemente la talla de su silla es incorrecta, se debe corregir inmediatamente para eliminar su dolor.
 
Cómo ayudar a tu caballo si está nervioso
 
Primero que todo, se tiene que identificar qué fue lo que pudo provocar el susto a tu caballo y reconocer si tu caballo es asustadizo o no. Existen muchos tipos de nervios en un caballo, a continuación te daremos algunos ejemplos.
 
Caballo nervioso por falta de ejercicio

El caballo lleva varios días en su caballeriza y cuando sale, está nervioso, se porta mal, se asusta más de lo habitual e incluso se "bota". Es curioso que al cabo de un tiempo de trabajo ya no tiene ganas de "botarse", se asusta menos y ya está centrado. A lo mejor no es nervioso, sino que necesita pasear y distraerse. Este es un problema de comportamiento que se suele atribuir al temperamento del caballo, cuando en realidad es culpa del jinete que no lo saca a pasear lo suficiente. Incluso, aunque no se asuste y bote al salir de su caballeriza, si sale a pasear poco, se desacostumbra a ciertas situaciones del entorno o ruidos, lo que puede asustarlo del mismo modo.

Para evitar sustos cuando tu caballo lleva tiempo en su caballeriza, dale cuerda o déjalo en libertad hasta que se revuelque, se sacuda y se relaje. El pasar mucho tiempo guardado también origina estrés por aburrimiento. Hay caballos que lo interiorizan y no parecen nerviosos, pero igualmente lo sufren.
 
 
Caballo con nerviosismo por miedo (desensibilización)
 
El caballo es un animal que, durante su evolución, a adquirido el instinto de huir ante cualquier peligro. Es un instinto que aún permanece, aunque puede controlarse y enseñarle que no todo merece una reacción de huida. 
 
Los potros aprenden de su madre, de modo que si su madre se asusta de los coches, el potro aprenderá a huir de ellos pero si la madre no se asusta, los potros tampoco. Después del destete sigue su aprendizaje en la manada, actuando como el resto de los caballos.
 
De base, tienes que saber que los caballos son asustadizos y gracias a encontrarse con un objeto repetidas veces, y ver que no hay peligro, asimilará que no le puede hacer daño. Ya que, como siempre lo mencionamos, los caballos aprenden con la repetición. También funcionará que al encontrarse con algo determinado reciba un premio y ese "algo" negativo se vuelva una situación positiva. De todos es conocido el miedo que los caballos le tienen a las bolsas de plástico. Puedes probar con llevarle zanahorias en una bolsa de plástico y hacer cada día un poco más de ruido con la bolsa. Verás que al poco tiempo, le encantará oír bolsas porque tal vez traigan zanahorias.

A este proceso de aprendizaje paulatino basado en una serie de trabajos repetitivos y progresivos en el que un objeto que producía miedo deja de hacerlo, se le llama desensibilización. El nerviosismo ligado al miedo desaparece con la desensibilización.

El nerviosismo en los paseos se disminuye con la desensibilización a objetos y sonidos.
 

Caballo nervioso ligado a la nutrición: mi caballo es muy fuerte

Debes revisar la dieta que le suministras y adecuarla al ejercicio que el caballo realiza habitualmente. Si tu caballo recibe una dieta con más energía de la que necesita (sobre todo si es rica en cereales), estará demasiado fuerte, será complicado de mantenerlo concentrado. Una buena pista para saber si esta recibiendo una dieta muy alta en energía, vigila su condición corporal, ya que suelen engordar. Te recomendamos que sepas bien el peso de tu caballo para que sepas a qué atenerte.

El abuso de dietas ricas en cereales puede dar problemas de salud y sobreestimular a los caballos. La falta de fibra es uno de los principales motivos por el que tu caballo se puede poner más nervioso. Un caballo con una dieta alta en fibra estará más tranquilo y por otro lado evitarás las estereotipias típicas en los caballos como el tiro del oso, morder la madera, etc.

Mi caballo es nervioso por naturaleza: ¿tu caballo es sensible?

Ya has tenido en cuenta todos los anteriores, pero tu caballo por su genética es nervioso; o tu caballo se pone nervioso en determinados momentos debido a viajes te recomendamos nuestro artículo "12 Consejos prácticos para subir y transportar a tu caballo en remolque" y también puedes recurrir a suplementos alimenticios que actúan sobre el sistema nervioso, gracias a su aporte de magnesio y triptófano, y tienen efecto calmante. La serotonina, conocida como hormona de la felicidad, es un neurotransmisor que se sintetiza a partir del triptófano. Con los suplementos calmantes no nos referimos a medicamentos. Una fórmula homeopática puede funcionar.

Consejos
  1. Nunca azotes a un caballo por sentirse asustado. Solo estará reaccionando a su instinto natural; por ello, siempre debes tener en cuenta que los caballos son animales que emplean la respuesta de lucha o huida. 
  2. Conoce qué es lo que asusta o exalta a tu caballo, e intenta anticipar estas situaciones.
  3. Puedes comunicarte con un entrenador que te ayude a lograr que tu caballo venza su miedo.
  4. Si tu caballo se espanta con facilidad, dedica un tiempo a hacer que se acostumbre a los agentes estresantes.
  5. Si tu caballo se encabrita durante un paseo, no lo jales del ramal, ya que esto podría hacer que te ataque o que se lesione.
  6. Aprende a diferenciar a un caballo espantado y uno perezoso. Algunos caballos podrían negarse a saltar si consideran que su jinete no muestra dedicación. Si es así, es aceptable que le des un pequeño golpecito con la fusta, para enseñarle que debe saltar. 
  7. Sin importar el motivo, nunca debes correr peligro. ¡Tu seguridad siempre es primero!
  8. Si el caballo se espanta con facilidad, ten en cuenta que podría morderte o patearte.
  9. Siempre guarda la calma y háblale a tu caballo. Préstale atención al lenguaje corporal del caballo, identifica lo que lo asusta y pasen por ese objeto con normalidad, pero háblale sobre cualquier cosa. Controla tu voz manteniendo un tono bajo y firme.
  10. Debes hablarle al caballo con un tono tranquilizante. Haz que escuche tu voz.
Advertencias
  1. Nunca debes cabalgar o estar cerca de caballos vistiendo zapatillas o algún otro calzado casual. Siempre debes usar botas con talón pequeño, nunca plana.
  2. Para evitar este problema, lo mejor es cabalgar un caballo adecuado para tu nivel de pericia; los caballos poco entrenados nunca deben cabalgar con jinetes sin experiencia. 
  3. Debes vestir prendas protectoras para manipular caballos.
  4. Si tienes una chaqueta con cremallera, tenla siempre cerrada, ya que hay caballos que le temen al sonido de los cierres que cuelgan o el reflejo de luz que provocan.

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