¿Qué comen los gatos?

Un gato mantiene una dieta equilibrada cuando sus fuentes de alimento le proveen de todos los nutrientes que necesitan en sus correctas proporciones, según su estado fisiológico, actividad física y edad. Las necesidades nutricionales de nuestro gato van a depender de su actividad física, estado reproductivo, condiciones ambientales donde se encuentre, edad, salud y metabolismo. De manera que, no es lo mismo alimentar a una gata gestante que a un gato bebé, a un gato mayor con enfermedad renal, a un gato castrado que no se mueva de casa o a uno entero que se pase el día explorando fuera. 
 
 
La dieta cambia según su etapa de crecimiento
 
Mientras que en sus primeros días los gatos se alimentan de leche, cuando al mes comienzan a destetarse su organismo sufre cambios que le permiten digerir alimento. Hasta el año de edad su dieta debe tener más energía y proteína que un adulto, que, dependiendo de su estado metabólico, actividad y circunstancias individuales, se alimentará de una u otra forma. Si tenemos una hembra gestante su alimentación deberá ser superior a cuando no lo estaba, pues debe tener reservas y asegurar un buen crecimiento de los gatitos. Cuando nuestro felino se hace mayor, su dieta debe ajustarse a su nueva condición, para ello seleccionaremos una alimentación adecuada para gatos mayores, y si tiene alguna enfermedad un pienso adecuado según la afección.
 

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Las necesidades nutricionales de los gatos
 
Los gatos no son perros pequeños, por tanto la energía la obtienen a partir de la suma de la proteína, grasa e hidratos de carbono. Los gatos son carnívoros estrictos y tienen elevadas necesidades proteicas (al menos un 25 % del total de la dieta), junto con taurina, arginina, ácido araquidónico y vitamina A, que obtienen a través de la ingestión de tejido animal. Así pues, las necesidades nutricionales de los gatos se dividen en:

  • Proteínas. Es el nutriente más importante, de manera que al preguntarnos qué comen los gatos debemos tener muy presente que la proteína ha de ser el ingrediente principal. Si disfruta de una dieta natural hecha en casa o a través de marcas que ofrecen alimento congelado o envasado al vacío, el porcentaje de proteína debería oscilar el 90-95 %, dejando el 10-5 % restante para las frutas y verduras.
  • Aminoácidos esenciales. Los dos aminoácidos esenciales indispensables en la dieta felina son la arginina, necesaria para sintetizar urea y eliminar el amoniaco, y la taurina. Ambos aminoácidos se encuentran en la carne.
  • Grasa. Al menos el 9 % de las calorías de un gato adulto deben provenir de la grasa, presente en la carne, de manera que lo ideal es que el porcentaje de grasa en su dieta ronde el 15-20 %, especialmente en dietas caseras.
  • Ácidos grasos. Estos animales necesitan un aporte de ácidos grasos como el omega 3 y 6, vitales para la piel, pelaje, sistema cognitivo, cardiovascular e inmunitario. Además, son antiinflamatorios. Estos nutrientes sirven para la obtención de energía, aislamiento térmico, protección de órganos internos y transporte de vitaminas liposolubles (A,D,E).
  • Hidratos de carbono. Con respecto a los hidratos de carbono, pueden mantenerse con una dieta muy escasa en los mismos, ya que mediante la catabolización de las proteínas pueden cubrir sus necesidades de glucosa. No obstante, los carbohidratos no forman parte de los nutrientes esenciales para los gatos porque estos animales tienen dificultades para procesarlos. En dietas caseras, no se añaden cereales.
  • Vitaminas. Las antioxidantes (vitaminas C, E y beta caroteno) son necesarias para acabar con los radicales libres que causan daño celular e intervienen en el envejecimiento. La vitamina A es muy importante en la visión de nuestros gatos, regulación de sus membranas celulares y el correcto desarrollo de sus dientes y huesos, además solo la pueden obtener de tejidos animales, siendo los riñones y el hígado las mejores fuentes. El resto de vitaminas, como las del complejo B, vitaminas D y E son suplementadas en los piensos de nuestros gatos. La vitamina C la sintetizan ellos mismos.
  • Minerales. Como el calcio, fósforo, magnesio u oligoelementos como el cobre, manganeso, hierro, zinc y selenio. En dietas caseras, los alimentos ya aportan las vitaminas y minerales necesarios, siempre y cuando estén bien formuladas y equilibradas.
Recomendamos que consultes el artículo de Experto Animal sobre la dieta BARF para gatos.
 

¿Qué comen los gatos bebés?
 
Los gatitos recién nacidos obtendrán del calostro los anticuerpos y nutrientes a través de la leche de su madre. Si la gata rechaza la camada, alguno de sus gatos está débil o enferma o no produce leche, hay que alimentarlos con leches formuladas para gatitos recién nacidos, al igual que cuando nos encontramos gatos bebés huérfanos en la calle.
 
Los gatitos bebés, durante su primera semana de vida, toman 10-20 ml de leche por toma y para aumentar 1 gramo de peso deben comer 2,7 gramos de leche. Es importante utilizar leche formulada para gatos antes que leche de vaca normal porque que esta ultima tiene un menor porcentaje de proteína, grasa, calcio y fósforo. En concreto, la leche de vaca presenta un 27 % de proteína, por eso se prefiere el 40 % que aporta la leche formulada.
 
Las necesidades energéticas van incrementándose desde las 130 kcal/kg diarias con 3 semanas, 200-220 kcal/kg diarias repartidas en 4-5 tomas al mes, hasta llegar a un máximo de 250 kcal/kg diarias a los 5 meses de edad, disminuyendo posteriormente hasta 100 kcal/kg diarias a los 10 meses.
 
 
El destete natural de los gatitos suele comenzar alrededor de las 4 semanas. En este momento se da la introducción de alimento sólido mezclando el pienso para gatos bebés con agua o leche, reduciendo progresivamente el líquido hasta dejar únicamente el pienso seco. Aquí, su capacidad para digerir la lactosa disminuye y aumentan las amilasas para digerir el almidón presente en el pienso. De manera que, sobre las 6 semanas, cuando consuman 20 gramos de materia seca diarias, se consigue el destete total, necesitando más kcal que un gato adulto por requerir 3 veces más energía. 
 
Es importante respetar el ritmo natural de separación porque es con su madre y hermanos que un gato empieza a recibir sus primeras enseñanzas e inicia el periodo de socialización.
 

¿Y qué le debo de dar a la mamá?
 
La gestación de la gata dura un máximo de 9-10 semanas y sus necesidades energéticas aumentan cada semana, necesitando al final de la gestación un aumento del 25 % sobre los requerimientos energéticos de mantenimiento, en torno a 100 kcal de EM/kg al día. Además, es importante que consuma más grasa para acumular reservas que necesitará durante las últimas semanas de gestación, ya que la ganancia de peso irá para los gatitos, y durante la lactancia. En total, una gata gestante gana un 40 % más de su peso normal, pero pierde un 20 % tras el parto, mientras que el peso restante se irá durante la lactación o incluso se puede quedar más delgada de lo que estaba antes, puesto que su alimentación durante la lactación cubrirá entre el 80-85 % de sus necesidades, el resto lo proporciona la gata de sus reservas.
 
Según el tamaño de la camada, los requerimientos energéticos aumentarán más o menos. Una vez acabado el proceso de lactancia, si la gata está en su peso y con energía, volverá a la dieta adecuada para gatos adultos.
 

Mi gato que es adulto, ¿qué le doy?
 
Las necesidades energéticas en los gatos adultos varían enormemente. Un gato de casa con poca actividad tiene bastante con 60 kcal de EM/Kg por día, si está castrado o es especialmente tranquilo o mayor, la cifra puede descender a 45 Kcal/kg por día, mientras que si es activo asciende a 70-90 Kcal/Kg por día. También hay que tener en cuenta la edad, pues los más jóvenes suelen gastar más energía y sus necesidades son más elevadas que en los gatos mayores.
 
Los gatos esterilizados tienen más apetito, pero a su vez sus necesidades energéticas son menores. Por ello, si no se realiza una adaptación nutricional, al año de la operación nuestros gatos presentan un 30 % de sobrepeso porque la energía sobrante administrada se acumula en forma de grasa en su cuerpo, de ahí que la mayoría de gatos castrados estén pasados de peso. En estos gatos se debe reducir el consumo de energía un 14-40 % y administrar unas 50 kcal/kg por día, además es conveniente establecer una dieta casera de la mano de un veterinario especializado en nutrición.

Cuando los gatos entran en edad avanzada, es frecuente que puedan padecer enfermedades como insuficiencia renal, diabetes o hipertiroidismo, necesitando una alimentación acorde al proceso. El contenido energético del alimento no debe aumentar por su menor actividad y se debe aumentar la proteína y descender el fósforo, así como evitar ingredientes que acidifiquen la orina para prevenir enfermedades renales.
 
La alimentación de los gatos se puede basar en 3 tipos
  • Comida húmeda
  • Pienso seco
  • Comida casera
La mejor manera de alimentar a un gato es con comida húmeda y seca, alternando ambas opciones y teniendo en cuenta que deben ser de calidad. La carne debe ser ingrediente principal, por lo que es fundamental leer las etiquetas y valorar el producto antes de comprarlo.
 
Es preferible para ellos que tomen varias comidas ligeras durante el día en lugar de 2 abundantes. Por ello, en mejor que tengan su ración diaria siempre a su disposición y repartir en varias tomas su ración de comida húmeda. El agua la prefieren fresca y en movimiento, de ahí que muchos gatos prefieran tomar el agua del grifo o de una fuente antes que del plato.
 

La comida casera, por su parte, tiene muchísimos beneficios frente a la comida industrial, como la posibilidad de elegir los productos y garantizar que recibe el aporte que necesita de cada nutriente, sobre todo de carne. No obstante, es muy importante tener presente que también deben recibir otros nutrientes ya mencionados, por lo que será necesario agregar más ingredientes con el fin de proporcionárselos. Evita el alimento crudo y si vas a darle comida casera, es recomendable repartir el alimento en unas 4 tomas diarias.

Encontré un gato en la calle, ¿qué hago?
 
Los gatos callejeros de ciudad, a diferencia de los gatos salvajes que viven en bosques o praderas, pasan por más dificultades para encontrar comida, ellos suelen andar por los botes de basura en busca de comida o disponen de alimentos que algunas personas les dan, ya sean gatos individuales o de colonias felinas controladas. Tu puedes ayudar en tu colonia suministrándoles alimentación, refugios, atención sanitaria, adoptando y cuidando a los que puedas y colaborar en su esterilización para evitar una cría descontrolada que pueda acabar en problemas de salud pública y ecológica, acabando con otros animales como las aves, reptiles o roedores silvestres. La gran ventaja que tienen las colonias de gatos es que evitan la propagación de plagas de ratas y otros animales que puedan transmitir enfermedades a las personas.
 
Los gatos callejeros tienen menor esperanza y calidad de vida, a veces ni siquiera llegan a los 9 años, mientras que los gatos domésticos, con los tratos de salud adecuados, pueden llegar a los 18-20 años. Por ello, conocer qué comen los gatos y toda la información relacionada con la alimentación del gato es tan importante.
 

 
Recuerda que...
 
Insistimos en la importancia de que te informes y consultar con un veterinario especializado en nutrición para que determine una dieta casera en función de las necesidades específicas del gato en cuestión.

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