Los perros y gatos son animales muy sociables y que pueden convivir en casa. Pero si no se les enseña el cómo hacerlo desde cachorros, de adultos necesitarán un poco de tu ayuda para adaptarse. Pero no te preocupes, nosotros estamos aquí para ayudarte a conocer las pautas necesarias para asegurar una excelente convivencia entre tu perro y tu gato.
La convivencia entre perros y gatos que no han sido previamente socializados puede ser difícil pero no imposible, pues la conducta social de estos animales es muy adaptable, aunque, si requerirá un proceso de adaptación más lento. Sin embargo, el truco está en que se respete su periodo de adaptación, si no han convivido desde cachorros.
"En el caso del perro y el gato, en el desarrollo de la conducta social, hay un período de socialización especialmente importante, comprendido entre las 3 y 12 semanas de edad para el perro y las 2 a las 9 semanas de edad para el gato. Esta etapa de socialización es el proceso mediante el cual tu mascota se acostumbrara y aprende a reaccionar de manera adecuada frente a otras especies (...) Ambas especies son compatibles y sociales por naturaleza." Indica Gema López Aguado, veterinaria de la clínica Kivet Sant Pere de Ribes en Barcelona. (Safont, N. 2018).
¿Cómo organizamos la convivencia?
Recuerda respetar las necesidades de cada especie y de cada individuo por separado. Un gato necesita controlar al máximo su entorno. Así que, para sentirse cómodo necesita saber dónde poder esconderse o huir en un determinado momento y alejarse del estrés. El perro, en cambio, necesita tener pautas y rutinas muy marcadas para encontrar el equilibrio.
Es muy importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de relaciones, desde animales que tienen mucha paciencia, son muy flexibles, amistosos y pueden llegar a dormir juntos; así como existen algunos que no van a hacer las cosas tan sencillas. Debes entender que el bienestar de cada animal radica en respetar la relación que ellos establezcan, que les permita vivir sin estar alerta, sin tensión, estrés o sentirse amenazados por el otro. Por ende, no hay que forzar esta relación si cualquiera de los dos animales se siente incómodo.
Pautas para una buena relación entre perros y gatos
¿Cuál es el contexto ideal para presentar un gato a un perro?
La mejor receta para la amistad es adquirir un gatito y un cachorro al mismo tiempo. Durante las priemras 12 semanas de la vida de un perro y las primeras 9 de un gato, cada uno atraviesa su período más intenso de desarrollo social. Si conoce a otros animales de diferentes especies en ese período de tiempo, los aceptará como algo normal en su vida y los asimilará con mayor fluidez.
¿Qué consideramos un contexto más complicado?
Presentarle un gato maduro a un perro maduro puede hacer que saquen sus instintos más territoriales y los recuerdos de experiencias pasadas. Sin embargo, da igual qué mascota haya llegado primero a tu casa, con el tiempo, aún pueden acostumbrarse y aceptarse mutuamente. (Purina, 2017).
¿Cómo puedo preparar a los dos animales?
Saca a tu perro y que haga un poco de ejercicio. Haz que se canse un poquito. Después, alimenta bien a ambos animales. Bien alimentados y bien ejercitados será más fácil que se porten bien para entablar una buena relación.
Iniciando el acercamiento
A menos que haya un "amor a primera vista", tendrás que seguir estas pautas (García, M. 2018):
1) Visita al veterinario. Antes de introducir cualquier animal, debes asegurarte de sus estados de salud, por lo que tu veterinario te indicará si son necesarias vacunaciones, desparacitaciones o algún tipo de prueba para descartar enfermedades víricas que podrían transmitirse.
2) Habilita una zona segura. tiene que ser un espacio neutral para el nuevo miembro de la familia, dejando así la mayor parte de la casa para el animal que ya estuviera con anterioridad. Ésta tiene que cumplir las siguientes condiciones:
- Habilitarla con todo lo necesario para que se sienta cómoda: comedero, bebedero, camas, lugares de escondite, juguetes, rascador y arenero si se trata de un gato.
- Puede tratarse de un lugar donde el animal que ya estaba en casa no tenga el hábito de ir, es decir, una zona de poco valor para la mascota en cuestión. Evita zonas como tu dormitorio o el comedor.
- Ha de ser una zona segura para la mascota que acaba de llegar, se tiene que sentir protegida. Por tanto evitaremos el acceso del otro animal.
3) Acostúmbralos a los olores. Seguidamente realiza una habitación de olores. Puedes usar una toalla o prenda de ropa para frotarla en el cuerpo del animal y dejársela al otro para que la huela, nunca frotes la toalla con el olor de un animal por el cuerpo de otro. Se trata simplemente de dejarla y permitir que se acerquen a su ritmo para olerla.
4) Evita acercamientos peligrosos. Esto, sobre todo en las primeras presentaciones, el perro debería ir siempre con correa. Abre la puerta de la zona neutral y deja que los animales exploren el entorno y el uno al otro. Mantén la una actitud calmada, la correa sin tensiones y premia a los animales si ves que actúan con calma.
5) Zona de escape. Permite que el gato tenga vías de escape o la posibilidad de subirse a sitios de altura donde el perro no pueda acceder, lo que le hará ganar confianza y control sobre el entorno.
6) Sin confrontación directa. Evita a toda costa cualquier conflicto directo, si el perro se pone nervioso, ladra o gruñe, separa a ambos con calma y sin decir nada. No debes permitir que el gato se sienta acorralado, ni hacer presentaciones cogiéndolo en brazos, ya que en un momento de estrés o miedo te podría arañar.
7) Respeta sus ritmos. Las presentaciones irán al ritmo en que los animales lo requiera, a veces es cuestión de horas, a veces de semanas. Lo que debemos evitar son situaciones de extrema tensión y estrés, cortándolas siempre en positivo y con calma.
8) No les dejes solos. Los primeros encuentros siempre han de ser bajo supervisión, muy graduales y en un entorno tranquilo. Nunca permitas el contacto sin supervisión si no estás completamente seguro o segura de la respuesta que vayan a tener.
Grados de Socialización
Si bien es verdad que antes de introducir
una nueva especie en casa, es muy recomendable estimar el grado de
socialización de nuestros animales en relación a otras especies y la
adaptabilidad de cada uno de ellos. Por lo tanto, si nos es posible será
importante averiguar si durante el período de socialización, nuestro
animal estuvo en contacto con la otra especie. Además influye el propio temperamento de la mascota y la capacidad para gestionar cambios en el entorno.
"El hecho de que nuestro can persiga
gatos callejeros no es, necesariamente, un signo que indique que es
imposible la convivencia entre ese animal y un gato. Como se ha
comentado, la conducta social del perro es extremadamente adaptable a
nuevas situaciones y, en muchas ocasiones, pueden mostrar esa conducta
depredadora o de “caza” en el entorno de la calle hacia un gato
desconocido en movimiento, pero se muestra calmado y respeta al gato de
casa." (Safont, N. 2018).
También ten en cuenta que no siempre los animales que ya estaban en casa van a agradecer una nueva compañía. Sobre todo si son mayores y llevan muchos años viviendo solos, les suele costar mucho más adaptarse a un nuevo compañero, sobre todo si es demasiado joven y enérgico y el otro compañero es anciano y tranquilo. Aunque, claro, existen sus excepciones.
Consejos para una buena convivencia
- Poco a poco. No fuerces nunca la relación entre ellos, cuanto más natural sea todo, mucho mejor.
- Evita dedicarle más atención a uno que al otro. Debes darles el mismo nivel de atención, para que el antiguo miembro entienda que aunque esté el otro miembro, podrá seguir recibiendo el mismo cariño.
- Cuándo intervenir. En algunas ocasiones puede ser que el perro tienda a jugar con el gato como lo haría con alguien de su misma especie, y el gato se puede sentir agobiado y molesto. Sin embargo, el perro no entiende el lenguaje ni las señas de molestia que emite el gato. En este momento, puedes intervenir, frenando al perro y ofreciéndole una conducta que permita dejar al gato tranquilo, ya sea algún juego o un paseo.
- No castigues. El objetivo siempre ha de ser que ambos convivan en armonía, por tanto pese a que en algún punto surgir un conflicto entre ellos, no debes castigar estas conductas que ellos emiten como parte de su lenguaje (gruñidos, bufidos, pelaje erizado, etc). Simplemente, si lo crees necesario interviene serparándolos momentáneamente, hasta que se hayan calmado por completo.
- Se paciente y realista. Cualquier cambio conlleva un periodo de aceptación y adaptación. Esperar que de buenas a primeras se lleven bien es una visión poco realista y que en pocas ocasiones sucede. Debes siempre permitir cierto margen de adaptación.
Cosas que NO debes hacer cuando presentes a un perro y un gato
A continuación, te explicaremos 3 errores muy comunes que no debes cometer cuando presentes a gatos y perros, (Besteiros, M. 2019):
- Forzar la proximidad física: Coger a tu gato y sostenerlo en la cara de tu perro a modo de introducción tentará a tu gato a arañarte o arañar al perro. Deja siempre que el gatito decida cuándo se quiere acercar al perro.
- No preparar a tu mascota para el cambio: Es conveniente hacer cambios como mover el arenero del gato, poner una puerta para bebés o cerrar ciertas puertas antes de que lleves a la nueva mascota a tu hogar. De esta manera, el animal que ya vive en casa tiene la oportunidad de acostumbrarse a los cambios antes de que aparezca un nuevo compañero.
- No pensar en la reacción de tu mascota: Trata de pensar en los cambios que estás haciendo en tu casa desde la perspectiva de tu mascota. Por ejemplo, ten en cuenta que si mueves el arenero de sitio y el gato tiene que pasar al lado de la cama del perro para llegar, el perro se puede molestar y puede ser una situación innecesariamente estresante para el gato.
¿Cuándo pedir ayuda?
Si tienes suerte, tu nueva mascota estará cómodamente instalada en
casa en poco tiempo, aunque es más probable que este proceso lleve días o
algunas semanas.
Si al volver a casa, una de las mascotas siempre se esconde, o si tu
perro está mostrando un comportamiento protector con su territorio,
gruñendo por su comida o está siendo agresivo con tu gato, busca ayuda.
Pese a todo lo comentado, si existe
un problema evidente de convivencia, es imprescindible consultar con un
veterinario etólogo clínico, antes que esperar a que el problema mejore
por sí solo, porque en ocasiones con el tiempo se agrava. La relación entre perro y gato no tiene que
ser un fracaso de antemano. Todo es cuestión de paciencia y saber hacer.
Referencias bibliográficas
Besteiros, M. (2019, Enero 2). Cómo hacer que un perro y un gato se lleven bien. SoyunPerro - Expertos En El Mundo Canino; SoyunPerro. https://soyunperro.com/perro-gato-se-lleven-bien/
García, M. (2018, Enero 10). Consejos para que un perro y un gato se lleven bien.
Expertoanimal.com; Experto Animal.
https://www.expertoanimal.com/consejos-para-que-un-perro-y-un-gato-se-lleven-bien-21863.html
KIWOKO. (2019, Enero 8). ¿Cómo conseguir que los perros y los gatos se lleven bien? Blog Kiwoko; Kiwoko. https://www.kiwoko.com/blogmundoanimal/conseguir-que-perros-y-gatos-se-lleven-bien/
Pinedo, C. (2012, Febrero 5). Convivencia entre perro y gato: ¿es posible? Eroski CONSUMER; https://www.consumer.es/. https://www.consumer.es/mascotas/convivencia-entre-perro-y-gato-es-posible.html
PURINA. (2017). Cómo presentar un perro a un gato para una buena convivencia. Purina ONE Mini; PURINA. https://www.purina.es/perro/one/mini/consejos/como-presentar-un-perro-a-un-gato
Safont, N. (2018, Abril 17). ¿Pueden convivir los perros y los gatos? HOLA MÉXICO; HOLA. https://mx.hola.com/estar-bien/20180417122950/perro-gato-casa-convivencia/
Vázquez, C. (2019, Junio 24). Perros y gatos, más allá del mito: cinco claves para que se lleven bien. ElDiario.Es; El Diario. https://www.eldiario.es/consumoclaro/perros/perros-gatos-alla-claves-lleven_1_1491007.html
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